Introducción
Este artículo está escrito por Isabeau Ottolini, investigadora predoctoral de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y el proyecto Europeo, PyroLife. Su investigación se centra en iniciativas comunicativas locales en torno a los incendios forestales. Específicamente, Isabeau está haciendo su caso de estudio con Pego Viu, un colectivo de defensa del territorio que nació a raíz del incendio del Vall d’Ebo en 2015.
Durante su trabajo de campo con Pego Viu, los miembros del colectivo hablaron sobre la necesidad de aprender otros territorios que han sufrido grandes incendios o tienen riesgo de sufrir uno. Por eso, nació la idea de organizar una jornada, con el objetivo de crear un espacio de debate para intercambiar, entre diferentes organizaciones y colectivos, las experiencias y conocimientos en torno a cómo diferentes territorios se están preparando para los siguientes incendios forestales.
En este artículo os haremos un repaso de la jornada, y resumimos los temas hablados, incluyendo las problemáticas, propuestas y reflexiones en torno a los incendios forestales. Acabamos con unas conclusiones e ideas para siguientes pasos, con el objetivo de continuar creando red entre todas las personas involucradas en el mundo de los incendios forestales.
La Jornada
El domingo 13 de febrero hemos celebrado en Pego (Alicante) la jornada “Como se está preparando el territorio para el siguiente incendio forestal?” organizada por Pego Viu, PyroLife, la UOC, el Ayuntamiento de Pego y la Generalitat Valenciana.
A la jornada asistieron más de una veintena de ciudadanos, gente de varios colectivos y agrupaciones relacionados con la prevención de incendios forestales y la custodia del territorio, miembros de las administraciones públicas, bomberos, etc. Contando con esta diversidad de gente, tanto presencial y virtualmente, de la Comunidad Valenciana y más allá, la jornada era una excelente y muy necesaria oportunidad de encuentro.
“Podemos hacer mucho. Podemos hacer charlas como estas, esto es prevención, es trabajar en una gestión del territorio, es compartir, hacer un debate, exponer ideas no contrapuestas, sino desde cómo cada uno lo vive desde su realidad y conocimientos, y aprender unos de los otros”. (Ana Tortosa)
La Mesa Redonda
La jornada empezó con una mesa redonda. Durante esta, la pregunta central era “como se está preparando el territorio para el siguiente incendio forestal?”. Específicamente, nos centramos en debatir sobre como pasar de la planificación (porque hay muchos buenos planes de prevención de incendios forestales) a la acción (que es el que muchas veces falta). También exploramos el papel de agrupaciones y colectivos (como Pego Viu, los ACIF o Agrupaciones Contra Incendios Forestales…) en la ejecución de estos planes y ayudar a preparar el territorio para el siguiente incendio forestal.
En la mesa redonda tuvimos el honor de contar con la participación de:
- Javier Asensi Moya (miembro de Connecta Natura),
- Francisco Boza Sáez(portavoz de la Plataforma Vecinal de los Pueblos del Genal),
- Ferran Dalmau – Rovira (director de Medi XXI GSA),
- Rosa Sala Mañez (presidenta de ABAI – Associació Benissera Anti Incendis),
- Ana Tortosa Molina (del Servei de Bombers Forestals de la Generalitat Valenciana i socia de la Fundación Pau Costa), y
- Jorge Tortosa Cortes (miembro de ACIF Alcoi).
Además, en las discusiones el público también participó muchísimo, incluido miembros del Ayuntamiento de Alzira, bomberos de diferentes cuerpos (SISGE – Sociedad Valenciana de Gestión Integral de Servicios de Emergencias, UBF – Unidad de Brigadas Forestales…), y ciudadanos.
Problemáticas en torno a los incendios forestales
Durante la mesa redonda, primero hablamos de las problemáticas en torno a los incendios forestales.
En primer lugar, están las dinámicas que están llevando a grandes masas forestales:
- La eliminación del fuego del ecosistema. Paradójicamente, al tener un servicio de extinción de incendios forestales tan buena en la Comunidad Valenciana, ya no permitimos ningún fuego a nuestro ecosistema. Cómo explica Ferran Dalmau, el fuego bueno no daña al ecosistema y, de hecho, forma parte de este. Al tener lugar durante el invierno con baja temperatura y alta humedad, quema la vegetación muerta, sin afectar la vegetación viva, y de este modo reduce la biomasa acumulada. Por otro lado, está el fuego malo, que son los incendios de gran intensidad y extensión que vemos cada vez más, especialmente durante el verano, y que tienen grandes impactos sociales y ecológicos.
- La falta de rendimiento económico del sector agrario, ganadero y forestal, que lleva a la gran reducción de estas actividades claves en crear territorios mosaicos, resilientes a los grandes incendios forestales. Francisco Boza vivió desde cerca el incendio de Sierra Bermeja-Genal a septiembre 2021 (donde se quemó 10.000 hectáreas), y nos cuenta:
“Cada verano estamos pendientes del sonido de helicópteros. Vivimos la realidad de la masa forestal con mucha preocupación. Siempre fue un territorio agrícola-forestal, pero ahora es casi solo forestal, porque ya no es rentable ni la ganadería extensiva, ni la resina del pino pinaster, ni el corcho”.
El resultado es que cada vez hay mayores extensiones de bosque y matorral continuo en nuestro territorio, con un gran riesgo de incendios forestales, y más aún con el cambio climático. Por eso Rosa Sala comenta “antes en ABAI íbamos a plantar árboles después de un incendio forestal, pero ahora vale más que limpiamos el monte para prevenir los incendios”.
En segundo lugar, está la falta de coordinación y comunicación entre todas las personas involucradas en temas de incendios forestales y su prevención. Esto dificulta, entre otros, pasar de los planes de prevención de incendios forestales a su ejecución en el territorio. Además, muchas veces no conocemos el gran trabajo y esfuerzo hechos por otros colectivos e instituciones, y de este modo estamos perdiendo grandes oportunidades de unir fuerzas y trabajar conjuntamente, como resalta un Bombero de Dènia.
Por último, en la mesa redonda también hablábamos de la problemática de viviendas en la interfaz urbano-forestal, y especialmente las casas poco protegidas contra los incendios forestales. Cómo explica Jorge Tortosa:
“los bomberos tienen la obligación, según la ley y siempre bajo las directrices del jefe de intervención, de salvar a las personas y las casas antes de salvar al bosque. Por eso, una casa bien protegida es una dotación de bomberos que se ha creado: no tiene peligro de incendio, y la dotación no tiene que ir a salvar la casa, sino que pueden ir a otros lugares para salvar muchísimas hectáreas de bosque”.
Propuestas y reflexiones
A lo largo de la jornada surgieron diferentes propuestas y reflexiones para preparar el territorio para el siguiente incendio forestal.
Sin duda, la gestión del territorio, los bosques y el monte es fundamental. No es posible prevenir todos los incendios, pero mediante la creación de discontinuidades en la vegetación sí que se puede limitar la propagación del incendio por el territorio y evitar que se haga incontrolable. Tampoco hace falta que todo el territorio sea gestionado, pero al menos los lugares estratégicos, contemplados en cada Plan de Prevención de Incendios, tendrían que ser gestionados.
Por un lado, el fuego puede ser una herramienta de gestión. Cómo dice Ana Tortosa, “ya no tenemos la misma relación con el fuego en el territorio que antes, pero tenemos que aprender a volver a usarla, a convivir con él, porque la eliminación total del fuego de nuestro ecosistema es imposible”. Un miembro de la Unidad de Bomberos Forestales de Alicante explica que podemos volver a introducir el fuego en el ecosistema poquito a poquito, como ya se está haciendo en varios lugares de la Comunidad, como en Castell de Castells (aquí un video-reportaje del programa Terra Viva).
Por otro lado, la gestión del territorio tiene que ser sostenible en todos los sentidos. Y esto incluye la sostenibilidad económica, como enfatiza Ferran Dalmau. Hoy en día las actividades agrícolas, ganaderas y forestales, esenciales en la gestión del territorio, son muy poco rentables. Por eso es necesario, como comenta Rosa Sala:
“crear salidas laborales que sean rentables, que permiten que la gente pueda comer y ganarse la vida. Además, no son cosas separadas: aquí se quema, allí se planta tomateras, allá hay una fuente, aquí hay una caseta con un corral y una cabrita, allí el abuelo cortando unos árboles. Es todo junto, es un ecosistema”
Durante la mesa redonda también surgen ideas en torno a qué podemos hacer cada uno de nosotros, desde el lugar que ocupamos: bomberos, agrupaciones de voluntarios, propietarios de terrenos forestales, ciudadanos, administraciones públicas… Cada uno podemos aportar nuestro granito de arena en preparar el territorio para el siguiente incendio forestal.
- Las agrupaciones de prevención de incendios forestales y custodia de territorio tienen un papel muy importante:
En primer lugar, pueden involucrarse en la ejecución de los Planes Locales de Prevención de Incendios Forestales al tener más agilidad de actuación que las administraciones públicas. Esto puede incluir la creación y mantenimiento de puntos estratégicos, como cortafuegos (Pego Vivo hace esto con su rebaño de ovejas bomberas). Estos lugares forman, en el caso de un incendio forestal, además, espacios de seguridad donde los bomberos pueden trabajar sin temer por quedarse atrapadas por el fuego.
En segundo lugar, pueden hacer partícipe a la población local, mediante charlas, talleres, cursos, actividades de voluntariado, etc, con gente de los pueblos, jóvenes, pero también gente de entornos urbanos. Esto nos lo explica Javier Asensi, basado en su experiencia en Connecta Natura, mediante proyectos como Lligabosc y Mosaics de Vida.
- La gente con conexión con su entorno, como los propietarios de terrenos, agricultores, y agrupaciones de voluntarios, son los principales conocedores del territorio. En caso de un incendio, el personal de extinción se puede apoyar mucho en estas personas y sus conocimientos (donde hay lugares seguros desde donde trabajar, donde hay una senda para acceder, etc), como explica Jorge Tortosa basado en su experiencia en la ACIF Alcoy.
- La ciudadanía en su conjunto puede contribuir también de forma importante. Muchas veces nos quejamos de que “ay, la gente, ay, la sociedad: no hacen nada, no se involucran…”, pero, como resalta Ana Tortosa: “pero quién son la gente, quien son la sociedad? Y nos damos cuenta que somos nosotros mismos, somos cada cual de nosotros”. En este sentido, tenemos que reflexionar sobre que podemos hacer, como ciudadanos (¡que todos lo somos!). Durante la mesa redonda surgieron dos recomendaciones: 1) consumir productos del territorio, de una agricultura y ganadería local que contribuye a mantener un paisaje mosaico, diverso y resiliente, y 2), crear zonas de seguridad alrededor de nuestras casas en la interfaz urbana-forestal.
- Las administraciones públicas pueden crear herramientas legales e impulsar políticas de prevención de incendios forestales. Por ejemplo, los técnicos del Ayuntamiento de Alzira explican que han creado una ordenanza municipal que define y ayuda con las medidas de autoprotección que los propietarios de viviendas en la interfaz urbano-forestal tienen que implementar.
La visita al proyecto de custodia del territorio de Pego Viu
Una vez finalizada la mesa redonda, primero hemos disfrutado de una buena comida (¡eso nunca tiene que faltar!). Después, hemos visitado el proyecto de custodia del territorio de Pego Vivo y sus ovejas bomberas.
Subiendo las montañas hacia el Pla d’Almisserà, primero hicimos una parada para observar el paisaje que se quemó en 2015, y las zonas estratégicas de incendios forestales. Es un reto la gestión de estas zonas. Por un lado, porque muchos son parcelas privadas de pequeño tamaño, y los propietarios por varias razones no podan o quieren gestionarlo, o incluso ni saben que son propietarios de terrenos. Por otro lado, el ayuntamiento no tiene los medios para gestionar los terrenos públicos. En este sentido, la custodia del territorio de parte de colectivos como Pego Viu o Connecta Natura puede ser parte de la solución, trabajando en lugares estratégicos para prevenir y limitar el impacto de futuros incendios.
Después, los miembros de Pego Viu nos llevaron a ver su proyecto piloto con las ovejas bomberas. Es un rebaño de unas 6 ovejas de raza autóctona, la guirra, y sirve para demostrar como la ganadería extensiva puede contribuir a la prevención de incendios forestales.
Los voluntarios de Pego Vivo hacen turnos cada semana para sacar las ovejas diariamente a pacer. En concreto, las llevan por los bancales que el colectivo tiene en custodia, para que se coman la hierba y matorral en los lugares estratégicos de incendios forestales. Paseando después por el entorno, observamos que incluso un pequeño rebaño puede hacer un gran trabajo en la prevención de incendios forestales.
Conclusiones y siguientes pasos
Néstor Portes, el presidente de Pego Viu, finalizó la jornada con estas conclusiones:
- El fuego es parte del ecosistema mediterráneo, y es cuestión de tiempo hasta que un incendio vuelvo a pasar en nuestro territorio. Mientras que los servicios de extinción hacen un gran trabajo como respuesta a los incendios, no son la solución para prevenir Grandes Incendios Forestales.
- Todos somos habitantes de este territorio propenso a incendios forestales, y tenemos una responsabilidad compartida. Por eso, tenemos que poner de nuestra parte, desde la realidad en el cual cada uno está, sea en administraciones públicas, grupos de voluntarios, cuerpos de bomberos, como ciudadanos, etc.
- Como ciudadanos podemos hacer mucho, como consumir productos de proximidad, crear franjas de seguridad alrededor de nuestras casas, y participar en agrupaciones de voluntarios.
- Las administraciones públicas hacen aportaciones importantes, como la ordenanza de Alzira, y varias medidas legales por los Planes Locales de Prevención de Incendios Forestales. Pero a la misma vez, no son rápidas a la hora de pasar de la planificación a la acción, y es aquí donde las agrupaciones tienen un gran papel, mediante la organización de actividades de custodia del territorio, además de otras actividades como la divulgación, compartir conocimientos, formación de gente joven, etc.
- Las agrupaciones, además, pueden formar puentes entre ciudadanos, administraciones públicas, y bomberos. Sin embargo, hay que poner en valor el trabajo que están haciendo, muchas veces poco visibilizado y conocido, incluso por otros habitantes del territorio. Uniendo fuerzas, pueden ejercer presión, por ejemplo para que las administraciones públicas las facilitan ciertas tareas de gestión del territorio.
- La jornada fue una oportunidad de visibilizar la gran cantidad de buenas iniciativas, y de poner en conjunto nuestras ideas sobre cómo preparar el territorio para el siguiente incendio forestal. Pero falta coordinarnos entre todos, hacer más jornadas como estas con regularidad, y no depender de pequeñas reuniones voluntarias los domingos, para intercambiar ideas y recursos y crear red.
Ha sido un día lleno de entusiasmo y ganas de continuar haciendo red, durante el cual han surgido varias ideas para siguientes pasos:
- Formar un grupo para mantener vivo la red creada gracias a esta jornada;
- Establecer un lugar y momento para reuniones regulares, con la finalidad de intercambiar ideas, crear red, unir fuerzas, compartir recursos, aprender de las experiencias otros;
- Hacer visitas a otros proyectos de los cuales nos han hablado durante la jornada.
¿Tienes más ideas? ¿Te gustaría participar de alguna manera? Ponte en contacto con Isabeau Ottolini: iottolini@uoc.edu
¡Gracias a todas y todos por este día maravilloso!
Pronto compartiremos el enlace de la grabación zoom de la mesa redonda, y el video-resumen de toda la jornada.
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